Natalia Molina Íñigo.- EFEverde.- El cine ambiental es “una trinchera más para educar y sensibilizar a la población”, asegura a Efe Claudio Lauria, el presidente del festival SunCine, que celebrará su XXVII edición en España y la X en México entre el 4 y el 12 de noviembre y se podrá seguir por una aplicación gratuita.
El SunCine, conocido anteriormente como Festival Internacional de Cine de Medioambiente (FICMA), se ha tenido que “reformular” debido a la pandemia, por lo que se combinará el formato presencial y online “para que la cultura siga viva” y que “la concienciación medioambiental no se detenga”, afirma Lauria.
Cartel de la XXVII edición del SunCine. Cedido por la organización del festival.“No se trata de un festival solo de entretenimiento, sino de uno que habla de la vida y de nosotros mismos”, sostiene Lauria, quien añade que gracias a las obras cinematográficas participantes se transmite de forma permanente “un mensaje de concienciación y aprendizaje”.
El coronavirus ha sido “una llamada de atención” para que “reflexionemos y creemos” un nuevo modelo de sociedad “en el que la igualdad, el respeto y la empatía” pasen de ser “una ilusión a unos valores” que se apliquen “al cuidado del entorno natural, medioambiental y social”.
“Debemos ser lo suficientemente empáticos y receptivos con la naturaleza y hacer los cambios necesarios” porque, de otra manera, “la soberbia de la condición humana nos seguirá llevando a la extinción”, apunta.
Según el presidente del festival ambiental, la pandemia “nos ha obligado a explorar y agudizar el ingenio” para “deslocalizar” el evento, lo que supone “la apertura de más ventanas” y que existan “más posibilidades de distribuir, generar cultura y dar un impulso a nuestra industria”.
Fotograma del corto de animación ‘Twin Trees’, de Emmanuel Olliver, que participará en esta XXVII edición. Cedido por la entidad organizadora FICMA.Sin embargo, incide en que “nos está faltando romper con el tópico de que para hablar de cine ambiental solo sirve el documental”.
Subraya que “hace falta que los grandes productores se animen en sus comedias y dramas a introducir el medioambiente como algo cotidiano” ya que podrían provocar “grandes cambios” en las conductas diarias de la población para mejorar “nuestra calidad de vida ambiental” por la elevada capacidad de incidencia del cine.
No obstante, remarca que ha notado “una enorme evolución” en la forma en la que los espectadores perciben el cine medioambiental porque “han dejado de ser tan contemplativos para empezar a ser más proactivos”, como se puede apreciar en las pequeñas acciones realizadas por entidades civiles en barrios o entornos naturales y que son “ejemplarizantes para el resto de la sociedad”.
Cartel de la XXVII edición del SunCine. Cedido por la organización del festival.
El coronavirus ha sido “una llamada de atención” para que “reflexionemos y creemos” un nuevo modelo de sociedad “en el que la igualdad, el respeto y la empatía” pasen de ser “una ilusión a unos valores” que se apliquen “al cuidado del entorno natural, medioambiental y social”.
“Debemos ser lo suficientemente empáticos y receptivos con la naturaleza y hacer los cambios necesarios” porque, de otra manera, “la soberbia de la condición humana nos seguirá llevando a la extinción”, apunta.
Según el presidente del festival ambiental, la pandemia “nos ha obligado a explorar y agudizar el ingenio” para “deslocalizar” el evento, lo que supone “la apertura de más ventanas” y que existan “más posibilidades de distribuir, generar cultura y dar un impulso a nuestra industria”.
Cine para cambiar conciencias
Asimismo, Lauria cuenta que la percepción de este tipo de cine ha variado “muchísimo” en los últimos años por factores como que “personas mediáticas de la industria audiovisual con una larga trayectoria dentro del cine”, como Leonardo DiCaprio, han empezado a participar “en películas que tienen una cierta sensibilidad ambiental”.Fotograma del corto de animación ‘Twin Trees’, de Emmanuel Olliver, que participará en esta XXVII edición. Cedido por la entidad organizadora FICMA.
Subraya que “hace falta que los grandes productores se animen en sus comedias y dramas a introducir el medioambiente como algo cotidiano” ya que podrían provocar “grandes cambios” en las conductas diarias de la población para mejorar “nuestra calidad de vida ambiental” por la elevada capacidad de incidencia del cine.
No obstante, remarca que ha notado “una enorme evolución” en la forma en la que los espectadores perciben el cine medioambiental porque “han dejado de ser tan contemplativos para empezar a ser más proactivos”, como se puede apreciar en las pequeñas acciones realizadas por entidades civiles en barrios o entornos naturales y que son “ejemplarizantes para el resto de la sociedad”.
Festival “sin fronteras”
Por su parte, el director de esta edición del SunCine, Jaume Gil, manifiesta que la XXVII edición española es tanto local “porque tiene sus actividades presenciales en los Cines Girona y el Institut Français de Barcelona”, como nacional gracias al desarrollo de una aplicación propia. La aplicación es “gratuita, sin necesidad de descarga y se encuentra en la web del festival” y permite el acceso a todas las producciones desde cualquier dispositivo con lo que el mensaje “sin fronteras” que quiere transmitir el certamen este año se hace más palpable, asegura.
En la sección oficial doce documentales “procedentes de diversos países y con una gran diversidad temática” competirán por el Sol de oro, mientras que animaciones, documentales o ficciones intentarán ser galardonados con el premio de WWF en la sección Miradas.Otra de las novedades de 2020 es la sección SunCiñe, “una ventana” que tiene como objetivo “difundir y promover las producciones ambientales que se realizan en nuestro país”, explica Gil.Además, la creación del Premio Cine Sostenible será otorgado a la producción cinematográfica participante que para su realización haya tomado medidas de evaluación de impacto ambiental y utilizado los recursos más sostenibles.
Comentarios
Publicar un comentario