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Carmen Laforet: una mujer en fuga

Ediciones Destino homenajea a Carmen Laforet con la edición de 'Nada' y una obra recopilatoria por su centenario


"Si uno es escritor, escribe siempre, aunque no quiera hacerlo, aunque trate de escapar a esa dudosa gloria y a ese sufrimiento real que se merece por seguir una vocación". Carmen Laforet

He nacido en Barcelona, el 6 de septiembre de 1921. En enero de 1944 –a los 22 años- empecé a escribir mi primera novela: Nada.

En el intervalo entre esas dos fechas mi vida se había ido modelando de la siguiente forma:

En 1923 –a punto de cumplir dos años-, fui con mis padres a Canarias. Mi padre era arquitecto y también profesor de la Escuela de Peritaje Industrial. Nuestro traslado a Canarias se debió a necesidades de este profesorado. Yo recuerdo a mi padre muy joven, bien constituido, muy deportista. Tenía la costumbre de fumar en pipa y usaba una excelente mezcla inglesa cuyo olor se ha quedado en mí –así como el de los encerados corredores de la casa de Las Palmas- como uno de los olores inconfundibles de mi infancia.

Mi padre era hijo de sevillanos, de origen nórdico (de origen francés mi abuelo, y vasco mi abuela). Mi padre se había educado en Barcelona. Era un balandrista notable y tenía un barco propio. Había sido campeón de tiro al blanco con pistola en su juventud, y también teníamos en casa copas obtenidas en carreras de bicicletas. El nos enseñó a nadar a mis hermanos y a mí, a soportar fatigas físicas sin quejarnos, a hacer excursiones por el interior de la isla… y a tirar al blanco con pistola, cosa en que yo fui siempre más torpe que mis hermanos.

Mi madre era toledana. Hija de una familia muy humilde, había hecho los estudios de primera enseñanza en la escuela de niñas pobres de unas monjas. Más tarde, obtuvo una beca para estudiar magisterio. Mi padre la conoció como alumna en una época en que él, accidentalmente, dio clases de dibujo en la escuela Normal de Toledo-

Mi madre al casarse tenía dieciocho años; veinte al nacer yo –fui el primer hijo del matrimonio-, y treinta y tres el día en que murió en Canarias. Yo la recuerdo como una mujer menuda, de enorme energía espiritual, de agudísima inteligencia y un sentido castellano, inflexible, del deber. Era una mujer de una elegancia espiritual enorme. Recuerdo también su bondad. Tenía el don de la amistad. En Las Palmas aún hay muchas personas que la querían y la recuerdan vivamente… Ella nos enseñó a mis hermanos y a mí la valentía espiritual de la veracidad, de no dejar las cosas a medias tintas, de saber aceptar las consecuencias de nuestros actos. En mi época de Canarias entran también mis dos hermanos Eduardo y Juan, con quienes siempre me he sentido compenetrada; y entra también más tarde una madrastra, que, a pesar de todas mis resistencias a creer en los cuentos de hadas, me confirmó su veracidad, comportándose como las madrastras de esos cuentos. De ella aprendí que la fantasía siempre es pobre comparada con la realidad. (¡Esto antes de haber leído a Dostoievski!)

En el año 1939 –exactamente en septiembre- volví a Barcelona, donde viví tres años. Después de este periodo vivo en Madrid. He frecuentado –sin terminar ninguna de las dos carreras comenzadas- las Universidades de Barcelona y Madrid. He leído mucho. La vida me ha interesado en todos sus momentos, tanto en los malos como en los buenos. Cuando vuelvo la vista atrás, veo que todos esos años se han combinado para hacerme una persona capaz del difícil don de sentir la felicidad, y humildemente creo que hasta de derramarla en un círculo muy íntimo.

Hasta aquí la historia de una muchacha de veintidós años. De esa época en adelante sabréis todo aquello que tenga conexión con mis libros en las pequeñas notas que he escrito al comenzar los distintos periodos de mi obra. Por estas anotaciones y por los fragmentos de mis libros veréis que, si mis novelas están hechas de mi propia sustancia y reflejan ese mundo que –según os explicaba antes- soy yo, en ninguna de ellas, sin embargo, he querido retratarme.

Mis páginas mejores, Carmen Laforet. Editorial Gredos,1957.

Ediciones Destino publica 'Nada' de Carmen Laforet por el centenario de su nacimiento 

Ediciones Destino publica 'Nada' de Carmen Laforet, el 1 de septiembre, y 'El libro de Carmen Laforet' de Agustín Cerezales Laforet, el 22 de septiembre, con motivo del centenario del nacimiento de la escritora.

Carmen Laforet (Barcelona, 1921 - Madrid, 2004) vivió desde los 2 a los 18 años en Las Palmas de Gran Canaria. En 1939 regresó a su ciudad natal para estudiar Filosofía y Letras. Tres años después se instaló en Madrid, donde escribió 'Nada', con la que obtuvo en 1945 el 'Premio Nadal' en su primera convocatoria y se convirtió en la revelación de la narrativa española de posguerra, abriendo nuevos horizontes literarios.

Esta nueva edición, publicada por Ediciones Destino, cuenta con el prólogo y epílogo de las ganadoras más recientes del 'Premio Nadal', Najat El Hachmi y Ana Merino. "Todo lo que contiene la novela es parte de mi imaginario y del de generaciones enteras", ha señalado El Hachmi. Además, Merino ha destacado que, "la literatura de Laforet es el espejo de vidas parecidas, de emociones paralelas que siguen presentes en nuestra sociedad".

En la siguiente década, Laforet produjo gran parte de su obra: artículos, cuentos y novelas cortas, además de 'La isla y los demonios' (1952) y 'La mujer nueva' (Premio Menorca en 1955 y Premio Nacional de Literatura en 1956). Además, en 1963 publicó 'La insolación', primera parte de una trilogía inacabada titulada 'Tres pasos fuera del tiempo', cuya continuación, 'Al volver la esquina', publicó Destino tras su fallecimiento en 2004.

Por otro lado, el 22 de septiembre la editorial publicará 'El libro de Carmen Laforet', que relata la vida y la obra de la escritora. Su autor, Agustín Cerezales, es el quinto hijo de Laforet. Cerezales es licenciado en Filología Francesa, ha traducido a Balzac, Chrétien de Troyes y Louise Labé, y es autor de novelas, relatos cortos y cuentos como 'Mi viajera', 'La paciencia de Juliette', 'Perros verdes' o 'Escaleras en el limbo'.

Año 2021: Centenario del nacimiento de Carmen Laforet

Carmen Laforet (Barcelona, 6 de septiembre de 1921 – Madrid, 28 de febrero 2004) pasó su infancia y adolescencia en Gran Canaria, ciudad destino de profesor de su padre y donde falleció prematuramente su madre. Recién acabada la guerra civil, con 18 años, se traslada a Barcelona con sus abuelos y comienza la carrera inacabada de Filosofía y Letras. Tres años después se marcha a Madrid donde empieza los estudios de Derecho y donde escribe la novela Nadafruto de la experiencia de esos años. En ella Laforet trazaba un desolador relato de nuestra oscura posguerra a partir de la historia de una joven, Andrea, que iba a Barcelona a alojarse en casa de unos lóbregos familiares.

Carmen Laforet (Fuente: https://carmenlaforet.com/)

La novela gana el primer Premio Nadal (1944), obteniendo un gran éxito que le catapultó a la fama literaria y marcó su carrera como escritora. Por esta novela recibió también, en 1948, el Premio Fastenrath de la Real Academia de la Lengua Española. Además, cosechó elogios de destacados escritores de generaciones anteriores, como Juan Ramón Jiménez y Azorín, que catalogaron Nada como una obra renovadora dentro de la narrativa de posguerra española, y situó a Carmen Laforet al lado de escritores como Camilo José Cela, Miguel Delibes o Antonio Buero Vallejo. La versión cinematográfica de Nada fue dirigida en 1947 por Edgard Neville, pero chocó con la censura de la época, recortándole 30 minutos y eliminando escenas rodadas en Barcelona. Posteriormente, en 1956 fue adaptada por Leopoldo Torre Nilsson en Argentina bajo el título de Graciela.

La repercusión que tuvo fue tal, que llegó a rivalizar en ventas con La familia de Pascual Duarte.  Hoy en día, Nada se reedita continuamente, se estudia en los departamentos de lengua española de todo el mundo y es una de las novelas en lengua española, junto a Don Quijote de la Mancha o Cien años de soledad, más traducida de todos los tiempos.

Sin embargo, el éxito de Nada siempre sorprendió a Carmen Laforet, ya que nunca estuvo muy contenta con la novela, pues la consideraba un libro inmaduro y lleno de fallos. De igual forma, no entendía el interés que despertaba su persona como autora, huyendo desde el primer momento de las entrevistas y la fama.

En 1946, se casa con Manuel Cerezales, crítico literario y periodista, quien le había animado a presentar su novela al Premio Nadal, y con quien tuvo 5 hijos. Viajó y vivió en Tánger entre 1959 y 1962, ya que su marido fue el director del diario España en esa ciudad. Esta fue una época feliz y fértil para la escritora, ya que allí conoce a Truman Capote y Paul Bowles, que vivían allí integrando un sólido grupo de intelectuales. Jane Bowles dijo de ella que tenía “el encanto irreal de las hadas”.

Aunque Laforet se retiró voluntariamente del mundo literario de la época, y se le puede considerar una escritora poco prolífica y muy perfeccionista, publicó otras excelentes novelas. Casi toda su obra gira en torno a un mismo tema central: el enfrentamiento entre el idealismo juvenil y la mediocridad del entorno.

La isla y los demonios (1952), con la acción situada en Gran Canaria y con la adolescente Marta como protagonista, es la historia de una familia que pasa la Guerra Civil en la isla. Guarda muchos puntos de encuentro con el ambiente opresivo y desesperanzado de su primera novela.

En 1955 publicó La mujer nueva, que narra la aventura espiritual de la protagonista y su conversión al catolicismo. Con ella ganó el Premio Nacional de Literatura en 1956 y el Premio Menorca de Novela en 1955, lo que la situó de nuevo en el foco mediático que tanto la incomodaba.

En la década de los 50 también publicó una serie de novelas breves que se cuentan entre lo mejor de su producción: El piano (1952), Un noviazgo (1953), La niñaLos emplazados (1954), La llamada (1954) o La muerta (1952).

En 1963 publica La insolación, primera novela de una trilogía que iba a llamarse Tres pasos fuera del tiempo, y cuyos siguientes tomos se titularían Al volver la esquina y Jaque Mate. En el prólogo Laforet explicaba que se podrían leer independientemente, pero sus personajes serían los mismos en sus etapas de niñez, juventud y madurez. La escritora trabajó incansablemente en la segunda novela de la trilogía, pero cuando le enviaron las galeradas para que las corrigiese, entró en un proceso cada vez más insatisfactorio de reescritura del texto, en una reorganización interminable del texto que le llevó décadas, sin conseguir concluir a su gusto su proyecto más ambicioso. Este segundo tomo, Al volver la esquina, que ella no se decidió a publicar, se editó en 2004 de forma póstuma.

En 1970 se divorció de su marido y buscó
 una vida nueva, independiente, que le permitiera escribir. Con escasos recursos económicos, viajó a París; se instaló en el Trastevere, en Roma, donde vivía su hija y donde trabó amistad con Rafael Alberti, María Teresa León y conoció a María Zambrano, y donde continuó trabajando en la segunda novela de su trilogía. Pero la independencia no le sirvió para liberarse de su inseguridad patológica y una indisimulada fobia social. Sus últimos escritos son, Diario de Carmen Laforet, publicado en ABC, y media docena de artículos de opinión que aparecieron en los años ochenta en El País.

Su paulatino distanciamiento de la vida pública se aceleró debido a una enfermedad degenerativa que afectaba a la memoria y que la dejó sin habla en los últimos años de su vida. Tras su fallecimiento, en 2004, Miguel Delibes dijo: “Al fin descansó de la vida y de la literatura”.

En 2007, en el tercer aniversario de su muerte, se publica por primera vez una recopilación de todos sus relatos cortos, incluidos cinco inéditos bajo el nombre de Carta a Don Juan.

Dos libros epistolares sirven para entender mejor su figura. En 2003, bajo el título Puedo contar contigo, se publican 76 c
artas entre Carmen Laforet y el escritor Ramón J. Sender, a quien conoció en su viaje a Estados Unidos en 1965. En ellas, la escritora habla sobre su vida familiar, los hijos, sus dificultades de ser y escribir como mujer, o la inseguridad frente a su obra de la que se muestra muy crítica. También se lamenta de lo gris del mundillo literario, que ella veía repleto de envidias, enemistades y rencillas. Sender, por su parte, le animaba constantemente a que escribiera.

En 2017, se publica Carmen Laforet y Elena Fortún. De corazón y alma (1947-1952) que reúne la correspondencia inédita entre las dos escritoras. Se trata de cartas que desvelan la admiración de Laforet por la creadora de Celia desde su infancia, y la amistad y profunda complicidad entre ambas. Son el vehículo para dar voz a dos personas en busca del sentido de la vida y el sentimiento religioso.

Además, su hija, Cristina Cerezales Laforet, publicó en 2009 el libro Música blanca en el que, en un diálogo sin palabras con su madre, emprende un recorrido por los senderos de la memoria en el que abundan detalles reveladores que permiten entender en profundidad su vida y su obra. 

BUA

Nada
de Carmen Laforet

Prólogo de Najat El Hachmi

Epílogo de Ana Merino

Tan solo un año después de que acabe la guerra civil, la joven Andrea se traslada a Barcelona para estudiar Letras en la universidad. En cuanto entra en el piso de su abuela, la suciedad, la tradición, la tensión, la violencia y el odio, un perfecto reflejo de la sociedad de la época, van enturbiando la ilusión que siente por su nueva vida en la Ciudad Condal. Pero cuando conoce a Ena, una chica de la facultad, descubre un mundo brillante y esperanzador y se da cuenta de que la ansiada libertad que persigue está más cerca de lo que cree.

Con una sensibilidad extraordinaria para adentrarse en los recovecos más íntimos del alma humana, Carmen Laforet retrata las vivencias de una mujer que, ante una realidad cruel y opresiva, no desiste de su empeño por ser quien quiere ser.

Nada, la novela que inauguró la carrera literaria de Carmen Laforet, fue la obra ganadora de la primera edición del Premio Nadal en 1944. Un clásico de la literatura que convirtió a su autora en una de las escritoras más importantes del siglo xx y que a día de hoy sigue cautivando a lectores de todas las generaciones.

El libro de Carmen Laforet: Vista por sí misma
de Agustín Cerezales

En el centenario del nacimiento de Carmen Laforet, publicamos este libro, elaborado por Agustín Cerezales, que entrelaza la vida y la obra de una escritora que sigue inspirando a lectores de todas las generaciones desde la publicación de su primera novela, Nada, ganadora del Premio Nadal en 1944.

Una ventana por la que nos asomaremos a su universo literario y a su vida personal, sus circunstancias y sus puntos de vista a través de fragmentos de su obra, fotografías inéditas, manuscritos, recortes de prensa, correspondencia, objetos personales, anécdotas rememoradas y un sinfín de imágenes que componen el retrato más cercano, íntimo y real hasta la fecha de una de las autoras más importantes de todos los tiempos.

Nada (novela gráfica)
de Carmen Laforet y Claudio Stassi

Pocos años después de la guerra civil española, Andrea llega a Barcelona para estudiar Letras en la Universidad. Durante su estancia en la maravillosa ciudad condal se hospedará en casa de sus familiares, pero la expectación que siente en esos momentos mágicos iniciales se va a borrar de golpe al abrirse la puerta del piso. A partir de ese momento todo le va a parecer una pesadilla. El ambiente familiar será cada vez más insoportable y el dolor de la soledad de la protagonista va unido a su figura, sombra apenas reflejada en algún espejo. Al acabar el año, ella cree que no se ha llevado nada pero, ¡cuánto pesa, sin embargo, el equipaje vivido!

Basado en la novela homónima de Carmen Laforet y editada por Destino. Claudio Stassi, autor de la adaptación a novela gráfica de La ciudad de los prodigios publicada por Planeta Cómic, ilustra a la perfección el ambiente familiar asfixiante y la decadencia de la Barcelona de la posguerra.

Puntos de vista de una mujer
de Carmen Laforet

En los artículos publicados entre los años 1948 y 1953 en la sección «Puntos de vista de una mujer» de la revista Destino que se recogen en este libro, la escritura de Carmen Laforet se revela como un espejo que refleja la cotidianeidad de su tiempo: una época en la que las mujeres deseaban ser vistas y escuchadas más allá de las paredes de su habitación propia. Sin embargo, no solo retrató las preocupaciones y los deseos de las mujeres de un país sumido en la represión, sino que, con una voz íntima y valiente, decidida a ser ella misma, supo crear un espacio compartido de libertad y complicidad.

En estos textos, Carmen Laforet despliega con maestría una de las grandes proezas de la escritura: transformar la vida cotidiana en un acontecimiento extraordinario, consiguiendo que lo trivial cobre un nuevo sentido. Redescubrimos así otra faceta de una autora que rompió barreras en los años cuarenta, y cuya mirada de periodista resulta esencial para completar la gran figura que fue.

Carmen Laforet. Una mujer en fuga (ENSAYO Y BIOGRAFÍA)
de Anna Caballé y Israel Rolón

La vida de Carmen Laforet cambió en enero de 1945, cuando, contra todo pronóstico, se el concedió el Premio Nadal en su primera edición. Este galardón significó un antes y un después para un joven de veintitrés años que había sorprendido a todo el mundo con Nada, una de las grandes novelas españolas de posguerra. Se abría ante ella un mundo de expectativas y exigencias que nunca se llegaron a colmar.

En la nueva edición de esta documentadísima biografía, Anna Caballé e Israel Rolón-Barada levantan por fin el halo de misterio que, con el paso de los años, envolvió a Carmen Laforet, una mujer esquiva que tomó la decisión de desaparecer de la espera pública e intelectual de su época para que prevalecieran su intimidad y silencio en busca de independencia y libertad.

«Un trabajo de investigación descomunal». Rosa Montero.

El Medio Pollito (Ilustrado)
de Carmen Laforet

En uno de sus viajes a Estados Unidos, Carmen Laforet conoció a los Young, matrimonio de hispanistas, padres de un niño llamado Timoteo. La escritora sintió el impulso de regalarle por escrito «El medio pollito», un cuento de la tradición oral castellana que conocía desde niña y que a menudo había contado a sus hijos. Cálamo publica por primera vez esta entrañable obra ilustrada por el pintor Manuel Cerezales Laforet, hijo de una de las narradoras más singulares de las letras hispanas contemporáneas. En un apéndice, donde se reproduce el manuscrito original de Laforet, Roberta Johnson relata la historia del citado manuscrito y analiza y contrasta las diferentes versiones que existen de este cuento.

Al volver la esquina
Puedo contar contigo. Correspondencia
La mujer nueva


https://carmenlaforet.com/biografia/

https://algunoslibrosbuenos.com/centenario-carmen-laforet?

http://www.carm.es/edu/pub/20_2016/1K_contenido.html

https://blogs.ua.es/bibliotecauniversitaria/2021/03/08/ano-2021-centenario-del-nacimiento-de-carmen-laforet/

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