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Mauritania: Empleos que cambian vidas

Alfredo Cáliz presenta en Madrid la exposición "Empleos que cambian vidas: Construir Mauritania"

Formación para el refuerzo de las capacidades, Nuakchot

El fotógrafo Alfredo Cáliz expone en Madrid una selección de imágenes sobre los programas que desarrolla la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el país con el fin de crear oportunidades de empleo decente en dos sectores esenciales de la economía mauritana: la construcción y la pesca artesanal. La muestra, que tiene por título «Empleos que cambian vidas: Construir Mauritania» y se compone de 20 fotografías, ha sido organizada por la OIT junto con el Área Delegada de Internacionalización y Cooperación del Ayuntamiento de Madrid y puede verse desde hoy y hasta el 8 de octubre al aire libre en la calle Serrano.  El trabajo de Cáliz junto al periodista y escritor Bru Rovira –juntos siguieron y fotografiaron durante cuatro años a los participantes en los programas de la OIT– ha sido plasmado también en dos libros: Cuaderno de tierra y Cuaderno de mar.


Secado cántaros en la tierra, M'Bahé

La exposición "Empleos que cambian vidas: Construir Mauritania"destaca las experiencias positivas generadas a través de estos programas mediante los Chantiers École (Escuelas Taller), una innovadora metodología de formación profesional dual que produce cambios concretos en la vida y en los comportamientos de las personas, consiguiendo entre los jóvenes una mejor integración socio-profesional. 


"Amasando" la tierra y la paja, Sélibabi

En colaboración con la Unión Europea y el Gobierno mauritano, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), en calidad de secretaría permanente de la Organización Internacional del Trabajo, desarrolla programas de promoción de empleo decente en Mauritania para aumentar las oportunidades de trabajo de los jóvenes y de las poblaciones refugiadas más desfavorecidas o que han abandonado la escuela.


Estos programas tienen como objetivo promover la formación profesional, desarrollar el sector privado, crear oportunidades de empleo decente y mejorar la protección de los trabajadores en dos sectores clave de la economía mauritana: la construcción y las obras pública y la pesca artesanal.

Este trabajo también cuenta con el apoyo de la Agencia Francesa de Desarrollo para la extensión de la metodología a otras regiones del país. También cuenta con el apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (BPRM) del Departamento de Estado de EE.UU., en colaboración con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para atender las necesidades de los refugiados malienses y las poblaciones de acogida en el este del país.

Mauritania responde a lo imaginado por sus visitantes con un entorno complejo, propio del Sáhara y el Sahel.  Acogedor y amable al mismo tiempo. Uno evoca especialmente a los nómadas, la vida bajo la tienda y las migraciones que construyeron este país. Pensamos en la dureza del clima, del que hay que sacar concesiones para sobrevivir, y en su inmensidad. Pensamos en las sequías, en las crisis alimentarias. El país rara vez es contado a través de su belleza y de las oportunidades que ofrece.

Sigue siendo un gran desconocido en el Magreb y en África Occidental.
El objetivo de esta exposición es enseñar positivamente la imagen de  Mauritania y mostrar una contribución a su desarrollo a través del empleo digno, en concreto, a través de los programas de escuelas taller de carretera y de eco-construcción en determinadas regiones piloto.
De esta exposición del interior del país surge una Mauritania que avanza hacia la modernidad siguiendo la Route de l’Espoir (el Camino de la Esperanza). 
e habla a menudo del interior de Mauritania, se evoca el desierto y sus dunas, pero no tanto sus costas y sus olas. ¡La duna esconde el mar! A menudo olvidamos que tiene un litoral de 754 kilómetros, escasamente poblado y en el que se asientan nuevas poblaciones. Mauritania, situada frente al océano Atlántico, es una de las regiones pesqueras más importantes del mundo. Por lo que este país es también el mar, las playas, una fauna marítima diversificada y única, y los pescadores mauritanos que trabajan para conseguir su alimento.
 

Hoy sopla un nuevo viento. Los retos relacionados con el empleo señalan a la pesca como una de las alternativas más sólidas en términos de oportunidades económicas. Los poderes públicos, los actores del desarrollo y los socios técnicos y financieros son conscientes del potencial que tiene para la creación de empleo en Mauritania. Los jóvenes de otros campos se acercan poco a poco a estos oficios. La atención se centra ahora en el mar.

El objetivo de esta exposición es enseñar positivamente la imagen de  Mauritania y mostrar una contribución a su desarrollo a través del empleo digno, en concreto, a través de los programas de escuelas taller de carretera y de eco-construcción en determinadas regiones piloto.

A través de las fotografías, los vídeos y los dos libros (Carnet de terre y Carnet de mer), la Oficina Internacional del Trabajo ha querido hablar del día a día y seguir las diferentes fases de los proyectos y el recorrido de los beneficiarios; además de difundir resultados concretos en los sectores de la eco-construcción y la pesca artesanal en Mauritania.

El Chantier École es una metodología de formación dual, una parte de la cual transcurre en el centro de formación y otra en un centro pedagógico o en una empresa de supervisión. Este proceso ayuda a los estudiantes a consolidar sus conocimientos mediante la realización de tareas concretas en una situación de trabajo real que responde tanto a las necesidades de aprendizaje del estudiante como a las necesidades de infraestructura de la comunidad.

El objetivo de un Chantier École es formar a los jóvenes en un oficio, basado en actividades de construcción o mantenimiento de infraestructuras, al mismo tiempo que se ofrece a los alumnos un apoyo socio-profesional. Esta formación está dirigida a personas que no han tenido éxito en el sistema educativo convencional.

La formación profesional y el apoyo a los beneficiarios facilitan la integración socio-profesional de los jóvenes, mejorando su empleabilidad y su capacidad para crear una empresa.

El valor añadido de este programa es, sin duda, la certificación de las competencias adquiridas reconocida oficialmente por el Estado.

La Oficina Internacional del Trabajo, en el marco de sus proyectos Chantier École y Pecobat, financiados por la Unión Europea, ha podido experimentar este enfoque en varias localidades de Mauritania.

Lo que es bueno para el empleo rural debe ser bueno para el clima.
 
En Mauritania, la construcción con tierra cruda y su sector socioeconómico asociado tienen un gran potencial de desarrollo. El material de tierra está ampliamente disponible y a bajo coste. La tierra es el material más adecuado para las condiciones climáticas extremas que caracterizan al país durante la mayor parte del año, ya que es un excelente regulador de la temperatura y la higrometría.
La propuesta arquitectónica de las escuelas previstas en el marco del proyecto Pecobat responde a un doble reto: la necesidad de infraestructuras escolares en Mauritania y las exigencias de desarrollo de técnicas que maximicen el uso de materiales locales y la creación de empleo, sin renunciar a la innovación.


Bru Rovira, Escritor y periodista independiente.
Implicado en el seguimiento de proyectos de desarrollo y humanitarios, trabaja para varios periódicos sobre temas sociales e internacionales. Ganó el primer premio Miguel Gil Moreno y recibió el famoso premio Ortega y Gasset de periodismo por sus artículos publicados en La Vanguardia sobre la guerra en la República Democrática del Congo. Para el proyecto « Empleos que cambian vidas », escribió el texto que acompaña a las dos publicaciones: Cuaderno de Tierra y Cuaderno de Mar.


Alfredo Cáliz, Fotógrafo independiente.
Colabora con revistas y medios de comunicación españoles e internacionales. Sus fotografías se han publicado en El País Semanal, New Yorker, The Guardian, Financial Times, New York Times, Vanity Fair, etc. Su obra ha sido ampliamente expuesta en España y Marruecos y ha sido reconocida con varios premios, entre ellos el Notodofotofest 2007 y el Premio Unicef al mejor reportaje en 2006.
Para el proyecto « Empleos que cambian vidas », siguió y fotografió durante 4 años la formación, los lugares de trabajo, la vida familiar y las transformaciones positivas de los beneficiarios y sus allegados.
https://alfredocaliz.com/sobre-mi/

Pascale Féghali, Antropóloga y cineasta.
Pascale Féghali enseña en el Instituto de Estudios Escénicos y Audiovisuales (IESAV) de la Universidad Saint-Joseph de Beirut. Es investigadora asociada en el Instituto Interdisciplinario de Antropología Contemporánea (IIAC) del CNRS de Francia y en el Laboratorio de Antropología Cultural y Social (LACS) de la Universidad de Lausana, y se formó con el etnólogo y cineasta francés Jean Rouch.

Para el proyecto "Empleos que cambian vidas", acompañó durante varios días la vida de mujeres y hombres formados en los oficios de la construcción y la pesca.


Empleos que cambian vidas

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