Por Clodoaldo Lino Hirokazu Kore-eda es un cineasta japonés contemporáneo con una producción bastante asidua. Han pasado 25 años desde su primer largometraje de ficción y durante este período dirigió 14 largometrajes, además de documentales y series de televisión. No habría tiempo para abordar toda su producción aquí en este espacio, por lo que los comentarios de este texto utilizarán sólo sus cuatro primeros largometrajes como referencia: Maboroshi No Hikari (1995), After Life/Wandâfuru Raifu (1998), Distance (2001) y Nadie sabe/Dare Mo Shiranai (2004). Evidentemente, se dejarán de lado varios matices de su obra, pero estas primeras películas consiguen dar cuenta de ciertos elementos fundamentales de su cine. Para los críticos japoneses fue una sorpresa el reconocimiento que alcanzaron las películas de Kore-eda en Occidente, porque, según los críticos, su cine es muy «japonés». Y, de hecho, a pesar del carácter universal que sus películas terminaron por alcanzar, es innegable que
Revista de cultura y arte